Estoy preparando una nota aclaratoria a mi crítica de la Lolita de Heinz von Lichberg.
Indignada ante la cantidad de basura sobre el 'eterno femenino' y las chorradas que promocionaban un libro machista, ridículo y fascista como este, decidí apostar por la sutileza. Olvidar términos como patriarcal, racista, MACHISTA (lo siento. Me repito) y avanzar por terrenos más sinuosos que me permitieran alcanzar mi lugar de destino como si de una excursión por los páramos se tratara. Enfangada. Todo sea por la sofisticación intelectual. El resultado es que mi crítica parece positivizar y aprobar el punto de vista del nazi. O SEA que, desde aquí os digo, voy a rehacer mi crítica como si fuera una Kate Millett indie. CUIDADO... que 'I eat men like air'.